Aprender a jugar y a divertirse como punto de partida. Perder el miedo al ridículo y a
la exposición.
Soltarse, ganar confianza en uno mismo y en el grupo.
Desestructurarse, desinhibirse. Silenciar esa “cabeza” que juzga y no permite disfrutar del trabajo
ni del juego.
Exploramos la expresión corporal como vía de liberación, soltura y disfrute del propio cuerpo.
Conocerlo, habitarlo y valorarlo como canal de expresión del mundo interno.
Trabajamos con improvisaciones, desarrollando la presencia en el “aquí y ahora”. Se promueve la
desestructuración a través de la “adaptación veloz” que exigen las dinámicas propias de la impro.
Durante las clases, buscamos transformar la exposición en disfrute, en una experiencia lúdica y
liberadora, lejos del juicio y el padecimiento.
Este nivel incluye una muestra a fin de año, con escenas creadas y trabajadas en clase a partir del
material surgido en las improvisaciones.
Teatro Eureka está asociado a Artei. Esta sala cuenta con el apoyo de Proteatro y el I.N.T.